www.paquebote.com > Charlotte Bront
Jane Eyre és una nena pobra, òrfena i poc agraciada que viu amb la seva tieta, la miserable senyora Reed, la qual es mostra tothora cruel i insensible amb la seva neboda. Arran d'un atac de rebel·lia de la petita Jane, se'n desempallega enviant-la a l'escola Lowood, un internat on la noia creix a còpia d'humiliacions i maltractaments, fins que, havent superat els anys d'escola, decideix marxar per fer d'institutriu. El destí la porta a Thornfield Hall, una enorme i misteriosa mansió on té la responsabilitat de fer-se càrrec de l'educació de la filla natural del propietari, el senyor Rochester. Tot comença a canviar quan l'amo de la mansió, de caràcter sec, aspre i turmentat pel passat, descobreix inesperadament el plaer de conversar cada vespre amb la Jane, encisat per l'enginy d'ella i pel seu esperit decidit.
L'obra de Charlotte Brontë té un fort component autobiogràfic i obeeix al desig d'exposar la importància de viure amb plenitud, d'una manera digna i sense renúncies, sabent que l'amor transcendirà les limitacions imposades per la convenció social.
«Como fósforos de Lucifer» propone una selección de cartas de Charlotte Brontë que nos ayuda a iluminar escenas de una vida de escritura en la sombra. Valiente, justa, obstinada y tenaz, Brontë se retrata como una mujer hecha a sí misma que busca un hueco para ella y para sus hermanas en un mundo que no le pertenece y en el que la literatura es el único camino de desahogo y salvación. Gracias a estas cartas es posible revivir los momentos más determinantes de su vida: la muerte de sus hermanas, el amor no correspondido, el afán por ser publicada, el matrimonio... Vivencias que determinaron su obra y que la ayudaron a tallar la literatura que hoy todos admiramos.
Las hermanas Brontë fueron unas feministas Avant la-lettre que consolidaron una corriente literaria reivindicativa que ha llegado hasta nuestros días. No fue un camino fácil y tuvieron que recurrir a seudónimos masculinos para ver publicadas sus obras. Jane Eyre (1847) apareció firmada como Currer Bell y Charlotte Brontë tardó años en reconocer su autoría. Nos hallamos ante una novela adelantada a su tiempo, tanto en lo narrativo como en lo temático; una obra que trasciende el romanticismo al uso para adentrarse en los terrenos autobiográfico e ideológico. El personaje de Jane Eyre es el retrato de una mujer fuerte que lucha por su reconocimiento como persona, cuyo mensaje estará siempre vigente.
Robert Moore «hombre importante, hombre de acción», dueño de una fábrica textil sacudida por los efectos económicos de las guerras napoleónicas y por el temor de los obreros a la Revolución Industrial, se debate entre el amor callado de su prima Caroline, una huérfana en constante vigilia y obligada austeridad, y la admiración apasionada de Shirley, una heredera independiente y entusiasta. La rivalidad en el amor no impide el afecto y la solidaridad entre las dos mujeres, pues ambas saben que, frente a los hombres, es más lo que las une que lo que las separa.
Nos hallamos ante una novela adelantada a su tiempo, tanto en lo narrativo como en lo temático, una obra que trasciende el romanticismo al uso para adentrarse en los terrenos autobiográfico e ideológico. El personaje de Jane Eyre es el retrato de una mujer que lucha por su reconocimiento como persona tan válida como cualquier otra. El mensaje está más vigente que nunca.
La extraordinaria novelista Charlotte Brontë tuvo como primera pasión literaria la lectura de poesía, género al que dedicó sus primeros esfuerzos creativos. Desanimada por uno de sus ídolos (el poeta hoy medio olvidado Robert Southey), que no consideraba buena idea que una mujer se dedicase a escribir poesía y mucho menos a difundirla, Charlotte se lanzó a publicar sus creaciones con el seudónimo de Currer Bell, en un volumen conjunto con sus dos hermanas. Aunque funcionan como poemas autónomos el lector reconocerá enseguida los tonos y los temas de sus grandes novelas. Nuestra edición, la primera en lengua castellana, incluye todos los poemas que publicó en vida, a los que añadimos dos inéditos: los estremecedores poemas que escribió tras la muerte de sus hermanas, las no menos célebres Anne y Emily Brontë.